Lo que no cambias, lo eliges…
Esta fue una de las frases que escuché por ahí cuando sentía no poder más.
Y acá me voy a expresar en mi “idioma”.
Porque el resto de la web la escribí en “neutro” pero yo soy argentino.
Mi nombre es Lisandro y llegué a España en 2015.
Aunque no era el mismo Lisandro…
Con el diario del lunes me doy cuenta que
viví gran parte de mi vida siempre en la búsqueda de algo.
No sabía bien qué.
El día que leí la frase con la que comienzo este texto,
estaba atravesando un momento de depresión y angustia muy grande.
Había dejado por el camino personas, vínculos, cosas:
construcciones tangibles y simbólicas.
Me había dejado a mí, también.
La ansiedad me desnudó y la depresión me paralizó por dentro.
Ya tenía, – no sé – ¿10 años? de terapia. Puntualmente psicoanálisis.
Y decidí dejarlo para buscar por otros lugares, caminos o espacios.
Acá fue cuando llegó el Reiki. Primero como consultante. Hoy como Maestro.
Con Reiki me acerqué con más amor a esos espacios que tenía abandonados dentro de mí.
Pude abordar cuestiones internas de manera más sutil (pero no por eso menos potentes).
que requerían ser resueltas si quería elegir de otra forma.
¿Fue rápido?, ¿Fácil o “mágico”?, ¿lindo?…
¡NO!
Fueron procesos crudos, duros y poco gentiles.
Fueron más de 4 años de 0 certezas, mucha soledad y muchas preguntas.
Pausé lo que pude para dedicarme a “subsistir”.
Fui lo suficientemente funcional para poder sostenerme en este sistema,
seguí trabajando y pagando cuentas.
En las etapas que mi cuerpo y mi mente me lo permitían, sali a la vida.
Conocí gente, compartí con los de siempre y cumplí un par de sueños.
La vida se resuelve en la experiencia, o como dice mi vieja: “los pingos se ven en la cancha”.
Más de 4 años tardé en desenredar los últimos nudos de una vida que a veces se me hizo dura o complicada
(pero llena de amor). Y todavía sigo…
Quien te diga que ya trabajó todo en sí mismo, te está mintiendo o se está negando…
Porque vivir, para los que sienten y se preguntan mucho, puede ser cuanto menos: cruel.
Y no lo digo desde un rol de víctima. Lo digo desde un lugar de empatía para con vos, que me estás leyendo.
Porque si estás en esta web, estoy seguro que estarás preguntándote muchas cosas.
¿Y sabés qué? Esas respuestas ya las tenés…
Solo resta mirar un poco más adentro, más profundo, donde la luz no llega.
Solo resta que te contemples un poco más para desandar un poco tu historia y encuentres (o no) las respuestas que necesitás.
Y digo que quizás no, porque no todo se puede responder o solucionar.
Y eso también está bien.
No todo tiene que poder responderse, no todo tenés que saberlo.
Y aprender a convivir con esas dudas, con esas faltas, es un poco el secreto para encontrar tu bienestar.
El Reiki me trajo esto, el hecho de entender que habitar en el amor,
habitar en el cambio y habitar en la falta,
es la forma en la que podremos sobrellevar mejor las cosas.
Más allá de que me he formado en Reiki,
Registros Akáshicos y una formación específica de Terapeuta de Reiki,
por todo mi recorrido, puedo empatizar con vos y con lo que hoy estás sintiendo.
Por lo transitado, puedo acompañarte a encontrar esas respuestas de las que te hablo.
El verdadero cielo está dentro de ti, justo en el lugar donde ahora te encuentras, y ese también es el mejor lugar para comenzar a practicar, justo en este momento y lugar
- Mikao Usui -
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